Los estrictos códigos de vestimenta de instituciones y
universidades con siglos de tradición se han visto flexibilizados en los
últimos años para adaptarse a la realidad del S.XXI.
La prestigiosa Universidad de Oxford, ha sido la
última en modificar su histórica etiqueta, para no discriminar a los
transexuales que, hasta ahora se veían obligados a acudir a los exámenes con un
uniforme con el que no se sentían a gusto.
A petición del sindicato de estudiantes, el rectorado
ha decidido que a partir de ahora no será obligatorio ajustarse al vestir
exigido para cada sexo, según informa el periódico universitario.
Esto significa que los hombres podrán utilizar falda y
medias largas, mientras las mujeres tendrán la opción de vestir traje y
corbatín.
Según las anteriores
reglas, los hombres debían llevar un traje oscuro, zapatos negros, un corbatín
blanco y camisa blanca bajo una toga negra. Las mujeres utilizan
tradicionalmente falda o pantalones oscuros, una blusa blanca, medias negras y
una cinta negra amarrada al cuello.
En este aspecto creo que es mucho mejor mantener la tradición y sobretodo la notoriedad del uniforme. Si se cambian estas normas la universidad y sus integrantes perderán prestigio porque se convertirá en una más de las miles que encontramos en el mundo.
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