viernes, 12 de abril de 2013

CONVIERTE A TU NOVIO EN TODO UN CABALLERO.

La academia británica de modales para hombres enseña desde cómo caminar hasta la iniciación en plancha y costura.

La academia británica de modales para hombres enseña desde cómo caminar hasta la iniciación en plancha y costura.
Varios jóvenes caballeros avanzan por el salón con un libro balancéandose sobre su cabeza. Concentrados, pasan delante de la chimenea y los muebles antiguos del castillo escocés. El libro permanece estable.
Diana Mather observa a sus alumnos y se alegra por sus progresos. La bailarina y asesora personal, de 58 años, dirige la primera academia británica de modales para hombres. Etiqueta y estilo son mercancías que escasean en la época de los teléfonos móviles, el fast-food y las familias rotas, opina, "pero muchos hombres quieren mostrar lo mejor de sí mismos", descubrió.
Antes, este ejercicio del libro en la cabeza formaba parte del entrenamiento de una modosa colegiala. Pero luego pasaron de moda las pensiones de señoritas y con ellas la buena postura. Los modales en la mesa, el small talk o el arte de la charla intrascendente y los bailes de salón ya casi no se aprenden.
Incluso en el reino en el que la cortesía y el estilo son virtudes legendarias, Inglaterra, las finishing schools (o academias para señoritas) a donde acudían las jóvenes ladies cerraron sus puertas o fueron transformadas en escuelas de negocios y secretariado.
Pero más importante es para Mather el ejercitarse para la vida cotidiana del siglo XXI. En los entrenamientos de conversación, por ejemplo, se habla de la firma de contratos y no del trato al marido. A ello se suman conocimientos sobre vino (qué copa para qué tipo de vino), primeros auxilios, etcétera.
"Nuestras primeras clientas se quejaban muchas veces de que sus maridos o novios tampoco sabían cómo se utilizan correctamente los cubiertos o se abre una puerta", explica la instructora.
Por eso, en octubre comenzó la academia para caballeros. Nueve hombres mayores de 20 años practican tres días a la semana cómo caminar "derechos", bailar, servir tragos a los invitados y conversar.
También perfeccionan su swing (de golf), reciben lecciones de cómo combinar colores en la vestimenta o cuidarse el cabello y además reciben una práctica de iniciación a la plancha y la costura.
"Soy testigo en una boda en marzo y quiero ofrecer un discurso de primer nivel", explicó John Mace, de 27 años, su motivación para pagar el curso de 650 libras (alrededor de 13 mil 500 pesos).
Ian Bruce-Gardner, de 42 años, llegó por consejo de su mujer. Ella trabaja en forma independiente y él quiere ayudarle en la atención a los clientes. "Quiero aprender a ganar seguridad en mí mismo".
Muchos otros hombres británicos parecen pensar como él, porque Mather ya tiene completos los cursos hasta fines de este año.

 

2 comentarios:

  1. Por favor, me parece increible que tengan que ir a una academia y tan cara para aprender mínimos modales de educación que deberían haberselos inculcados desde pequeñitos, pero bueno, cada uno gasta su dinero donde quiere, no?

    ResponderEliminar