Mientras España vive sus peores momentos a nivel económico, excepto las élites de siempre, el Rey Juan Carlos se va a cazar elefantes a Botsuana. Increíble, vergonzoso, intolerable. El erario público español (es decir, todos) paga a los parásitos de la monarquía y así se gastan el dinero. 37.000 euros vale matar un elefante en Rann Safaris, la empresa contratada por el monarca para practicar el deporte de la caza. Como puede verse, una actitud de contención del gasto y ejemplar por parte de la Casa Real. Pero lo peor es que la opinión pública se ha enterado porque el monarca ha sufrido un tropezón, un accidente, si no, nunca hubiéramos reparado en las sanguinarias inclinaciones del Rey y el uso desvergonzado de dinero de todos los españoles.
Hola a todos.
ResponderEliminarQué pena que tengamos que vivir estas cosas y escuchar estas noticias, pero que alegría me da pensar que aunque de forma accidental, haya salido a la luz y nos hayamos enterado de las hazañas de nuestro Rey, nuestro Embajador de España, luchador de la LIBERTAD y defensor de la VIDA, el que cada año en su mensaje navideño nos habla de la HUMANIDAD y nos invita a la SOLIDARIDAD, perspectivas de FUTURO, respeto, lealtad y un sinfín de valores a los que alude año tras año para luego ser el primero que no cumple; valores que ha demostrado con sus famosas cacerías, que no conoce ni por un asomo porque será nuestro Rey y estará muy por encima de todos nosotros, pero yo, como amante y defensora acérrima de los animales, pienso que adolece de lo más importante que una persona debe tener, que es HUMILDAD Y SENSIBILIDAD.
Por suerte hay miles de personas que piensan como yo y no soy la única y esto que pasó hace unos meses, nos ha abierto los ojos y nos ha hecho recapacitar acerca de la Monarquía que tenemos en nuestro país, que sin duda si de más de uno dependiera, habría desaparecido para no volver y no lo digo ya solo por lo de sus cacerías, porque desgraciadamente no es la única polémica que los envuelve, sino también por la noticia del caso Noos.
Ahora pienso que les toca a ellos hacer una reflexión sobre todo lo que les rodea y esperar pacientemente a que los ciudadanos volvamos a tener eso de lo que tanto habla él en sus discursos....que se llama CONFIANZA.